Noveno soneto carmesí
IX

Y llego a mí tu nombre
con el trinar de las aves de otoño.
Hojas secas bailan en mis ojos,
besos sepultados guardan tus labios.

El crepúsculo ha muerto en mis ojos
y en tu boca aun brillan
las fulgurantes Estrellas del alba,
la distante aurora de mi alma.

Amarga osadía, caricia distante.
querer arrebatarte un beso
para silenciar el canto de la amargura errante.

Y embriagado por el secreto
de tu perfume etéreo, dime,
¿Quién mas escribe tu nombre con humo en el cielo?