martes, mayo 29, 2007



Réquiem final parte I – Inaudible lamento, ultima serenata


Que deseos de huir al réquiem del solsticio.
Escapar del aire taciturno del dolor,
eclipsarme del silencio duro y agobiador,
correr sin miedo al fallecimiento, girar, invertida espiral…

Gritar en la sublime atmósfera
de la afónica tempestad,
girar sin miedo ni dolor en la vorágine,
abrazar otra vez el deseo de una silenciosa muerte.

Mi alma muere en tonos grises una vez más,
la voz padece en soledad una vez más.
un deseo bulímico se queja del abandono,
el ser convulsiona del oscuro despojo.

Muerte silenciosa, adormecedora agonía,
implacable sombra, muro de mi desdicha.
Muerde mis entrañas la más veraz penuria.
correr del invierno asesino que envía una ves mas el destino.

Fuerza conspiradora del encierro,
alma cautiva del ojo de fuego,
silencio atragantando mi garganta,
fútil, agónica esperanza ahogada.

Mi voz muere en tornasoles grises,
caen notas tristes de mi inaudible lamento.
desgarradora fuerza maléfica cosida en mis entrañas,
maldito alarido cósmico de lamento y lágrimas.

Las estrellas caen en el vacío de mi ser,
fugaces luces parpadean por mi padecer.
Como deseo correr a los brazos de tiempo,
o fugarme al beso del recuerdo en mi deceso.

Una batalla más, solitaria, para este guerrero
carente de amor y aprecio.
Una década espiritual más de silencio y sosiego,
una espiral mas colosal de dolor.

Un deseo de la sonrisa del suicido,
la ventana más transparente y traidora del destierro.
La canción que no se canta, la pena inimaginable.
Y aun no encuentro cobijo en mi triste sendero.

Las palabras que se ocultan en mi garganta
no deben ser oídas, no deben ser mostradas.
Desgarro en miles de piezas mi catatónico ser,
disparo infinito del mutismo en mi alma.


contador de visitas

RockYou FXText