Arcano LX

El grito

Bailé con demonios al anochecer,
bajo la ceniza de musas nocturnas.
Llamé ángeles inexistentes
delirando con la nausea del alma.

Fracturas del ser, ven madrugada silente.
Las mentiras que tanto ame y creí,
los susurros que desfallecieron en los sueños,
el silencio, este cáncer que crece en mí.

Despertó irascible la tiniebla,
gritó despiadada la desilusión.
Mudas caricias rasgaron mi piel.
Vértigo álgido, coba tormentosa.

La sonrisa de un ángel muriendo
atenúa grave el tiempo muerto.
Se ahoga el ocaso en mi alma,
frágil armonía del tormento.

Masacradas mariposas de mi interior,
Sangra mi voz desde la oscura raíz del grito,
la piel marchita de olvidos, una boca ávida de besos.
Y este sentir que por ti no muere…

El vacío estalla en mis ojos,
el espacio cae muerto en mi corazón,
años de sombra explotan,
se parte grave, infinito, el cielo en mi voz.

Se desata la maravilla de un mundo torcido,
la agonía de un corazón roto,
se desencadena la furia triste de mis lamentos.
la mentira que tanto amé y creí.

Precipita el silencio contra mis ojos,
abate la tormenta en mi garganta.
Oh, escapa brutal suspiro, sangrante dolor
El lamento impío, despiadada ausencia.

Llega a mis sentidos el estupor, afasias mortuorias.
Sangra la agonía introspectiva, la hiel de vivir.
Se abre mi pecho como la boca de un muerto,
Y de mi voz abandona… se ha ido, se ha ido